Siempre que pensaba en la guerra, me imaginaba las escenas
de los barcos desembarcando en la playa. Siempre es una idea lejana, algo que está
pasando en medio oriente, o en la frontera de un país muy frio.
La guerra tiene tantas formas y caras, que a veces ya ni la
notamos ni la vemos. Se vuelve la cosa más platicada y comentada, que pasa a
ser cotidiana, y no es más que eso que paso la semana pasada en fulanita ciudad,
he inmediatamente empezamos a hablar del clima o de lo que nos perdimos en la televisión.
Si tan solo no tuviéramos el pan y circo, que tan bien
planeado tiene nuestro país, otro cantar sería el de nuestras vidas, de la
justicia y de la inocencia de los que están en medio de tanta porquería que
pasa en la vida de un mexicano.